Retablo del Altar Mayor

 
El retablo mayor original era obra de Pere Foix y de él se conservan algunas columnas de orden corintio doradas. El retablo actual es de posguerra tallado en madera de pino. El actual diseño se podría considerar neorrenacentista y está prácticamente eclipsado por el conjunto de óleos pintados por José Segrelles entre 1947 y 1950. 
 
Cerrando el expositor se encuentra el bello lienzo del Salvador. A sus lados las puertas que dan acceso al tras-sagrario con los lienzos de San Pedro y San Pablo. 
 
El cuadro central del retablo está dedicado al Título de la parroquia, la Asunción de la Virgen a los Cielos y sobre ella, como coronándola, encontramos a la Santísima Trinidad. En las calles laterales cuatro escenas de la Pasión de Jesucristo: la Flagelación, Jesús con la Cruz a cuestas, el Ecce Homo y el Descendimiento. En el ático  y dominando el bello conjunto observamos el Calvario, la Crucifixión. 
 
En la parte superior del retablo hay una alegoría de la Fe, la Esperanza y la Caridad (simbolizada por una imagen femenina con los ojos tapados que sostiene una cruz y el cáliz), debajo de ella está Dios Padre Creador con los brazos extendidos acogiéndonos con misericordia. 
 
A los lados del Crucificado podemos ver los escudos de la Ciudad de Albaida y el del segundo marques de Albaida Juan Paulino de Milá y Aragó, sostenidos por querubines, y en el piso inferior, sobre dos columnas, los santos Abdón y Senén protectores de la agricultura (principal fuente de ingresos de nuestros antepasados). 
 
A los lados del retablo las imágenes de Santa Teresa de Jesús y San Vicente Ferrer (E. Galarza). 
 
Junto al Altar se alza la Cruz Parroquial realizada en latón dorado y plateado con esmaltes en la década de los 60 del s. XX. 
 
En las dos tribunas a los lados del presbiterio se encuentra el órgano. El actual órgano consta de 1400 tubos aproximadamente y fue construido por Berenguer y Diaz en el año 1996. Dispone de tres teclados y el pedal, correspondientes al órgano mayor, el positivo y el expresivo, repartidos a ambos lados del presbiterio. Bajo los tubos “de batalla” de la parte izquierda reza una inscripción en latín “Alabad al Señor. Es bueno alabar con la música a nuestro Dios” del Salmo 146. La tribuna de la izquierda ha estado dispuesta para contener el órgano desde la construcción de la iglesia, mientras que la de la derecha, que 
comunicaba con el Palacio Marquesal, era el lugar desde donde podían los marqueses asistir a la Misa, al igual que pasa en el Escorial.